LEYENDAS OLÍMPICAS
MARK SPITZ
Si bien sus récords fueron derribados por el
extraordinario Michael Phelps, su demoledora
actuación en Múnich 1972 continúa grabada a
fuego en la historia olímpica
El estadounidense Mark Spitz simboliza al
nadador ideal. Debutó a los 18 años en los
Juegos de México 68 (ganando dos oros en
4x100 y 4x200 libres, una plata en 100 metros
mariposa y un bronce en 100 metros libres) y
cuatro años después, con sólo 22 años, había
ganado 11 metales olímpicos.
Aprendió a nadar en la playa de Waikiki, Hawaii.
Y a los 8 años comenzó a practicar natación los
siete días de la semana y sin abandonar ese ritmo
durante todo el año. Antes de cumplir los 11,
había quebrado 17 récords nacionales en su categoría.
Se llevó cinco medallas en los Juegos Panamericanos
de Canadá 1967 y confirmó su gran despliegue dentro
de la piscina un año más tarde en México. Aunque se
fue disconforme por conseguir sólo dos medallas de
oro, pues esperaba conquistar al menos cinco.
Su participación en Múnich 72 no se olvidará jamás.
Bajó su propio récord mundial en casi un segundo en
los 200 metros mariposa. Lideró hacia la victoria al
equipo de 4x100 relevos. Ganó con una marca inédita
(1 min 52 seg 78 cent) los 200 metros libres. Y dos
días después, batió otras dos plusmarcas en los 100
metros mariposa y los 4x200 libres relevo.
En los últimos días de la competencia, ya como hombre
récord, obtuvo los últimos dos oros en la capital germana
en 100 metros estilo libre (51,22) y en 4×100 metros medley.
Se convirtió en leyenda con un total de siete preseas de
oro colgadas en su pecho y después de triturar todas las
plusmarcas mundiales con sus triunfos. Más tarde fue elegido
por el Comité Olímpico Internacional (COI) como uno de los
cinco mejores deportistas del siglo XX.
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