LEYENDAS DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS
CARL LEWIS
Su debut olímpico se postergó hasta
los Juegos de Los Ángeles 1984, en los
que obtuvo cuatro medallas de oro: en
los 100 y 200 metros lisos, en relevos
4x100 y salto de longitud. Así, igualó
la marca conseguida por su compatriota
Jesse Owens en el rostro de Adolf Hitler
en los Juegos de Berlín (1936).
En su infancia, Carl Lewis tuvo el
privilegio de conocer al gran Owens en
un encuentro de jóvenes deportistas y
siempre lo tuvo como modelo a seguir.
Cuatro años después de frustrada su
participación en la Unión Sovietica
logró imitarlo.
Si los EEUU no hubiesen realizado ese boicot,
seguramente se habría convertido en el mejor
de la historia por ganar oro en cinco juegos
consecutivos como nadie lo ha hecho. Con tan
sólo 18 años, en 1980 ya formaba parte del
equipo olímpico.
En los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 ganó
otra medalla dorada en longitud y obtuvo una
polémica victoria en los 100 metros lisos,
después de que el atleta canadiense Ben Johnson
fuera descalificado por los resultados de la
prueba antidoping, que revelaron que había
consumido esteroides.
Durante el campeonato mundial de 1991, en Tokio,
recorrió 100 metros en sólo 9,86 segundos para
romper con todos los récords de la humanidad.
Luego sería superado por Usain Bolt (9,58)
En Barcelona '92 se colgó el metal dorado por
tercera competencia consecutiva en salto de
longitud y por segunda vez festejó en los 4x100
por equipo.
En su última función, Atlanta 1996, sumó un
nuevo oro en salto de longitud para acrecentar
su récord. Fue el noveno y último oro olímpico
para el "hijo del viento"
El atleta estadounidense ostenta el mayor número
de medallas de oro (4) en una misma prueba. Y es
el cuarto más ganador de oro individual (7) en los
Juegos. Sólo Michael Phelps (14) lo supera en
cantidad de preseas doradas obtenidas. Es parte
de la historia olímpica imborrable.
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