lunes, 23 de julio de 2012

LEYENDAS DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS
CARL LEWIS



Su debut olímpico se postergó hasta 
los Juegos de Los Ángeles 1984, en los 
que obtuvo cuatro medallas de oro: en 
los 100 y 200 metros lisos, en relevos 
4x100 y salto de longitud. Así, igualó 
la marca conseguida por su compatriota 
Jesse Owens en el rostro de Adolf Hitler 
en los Juegos de Berlín (1936).
 En su infancia, Carl Lewis tuvo el 
privilegio de conocer al gran Owens en 
un encuentro de jóvenes deportistas y 
siempre lo tuvo como modelo a seguir. 
Cuatro años después de frustrada su 
participación en la Unión Sovietica 
logró imitarlo.
Si los EEUU no hubiesen realizado ese boicot, 
seguramente se habría convertido en el mejor 
de la historia por ganar oro en cinco juegos 
consecutivos como nadie lo ha hecho. Con tan 
sólo 18 años, en 1980 ya formaba parte del 
equipo olímpico. 
En los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 ganó 
otra medalla dorada en longitud y obtuvo una 
polémica victoria en los 100 metros lisos, 
después de que el atleta canadiense Ben Johnson 
fuera descalificado por los resultados de la 
prueba antidoping, que revelaron que había 
consumido esteroides. 
Durante el campeonato mundial de 1991, en Tokio, 
recorrió 100 metros en sólo 9,86 segundos para 
romper con todos los récords de la humanidad. 
Luego sería superado por Usain Bolt (9,58)
En Barcelona '92 se colgó el metal dorado por 
tercera competencia consecutiva en salto de 
longitud y por segunda vez festejó en los 4x100 
por equipo.
En su última función, Atlanta 1996,  sumó un 
nuevo oro en salto de longitud para acrecentar 
su récord. Fue el noveno y último oro olímpico 
para el "hijo del viento"
El atleta estadounidense ostenta el mayor número 
de medallas de oro (4) en una misma prueba. Y es 
el cuarto más ganador de oro individual (7) en los 
Juegos. Sólo Michael Phelps (14) lo supera en 
cantidad de preseas doradas obtenidas. Es parte 
de la historia olímpica imborrable.

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